‘To the West, in Zapata’: la ópera prima de David Bim que emociona en el DMZ Docs de Corea del Sur
El Festival Internacional de Documentales de DMZ, que celebra su edición número 17 del 11 al 17 de septiembre de 2025 en Corea del Sur, se ha consolidado como una de las plataformas más importantes del cine documental en Asia.
Con un enfoque en obras que reflexionan sobre la realidad contemporánea, los derechos humanos y las transformaciones sociales, el festival ofrece un espacio privilegiado para cineastas de todo el mundo que buscan un diálogo crítico con el presente.
En esta ocasión, dentro de la Competición Internacional, se presenta la ópera prima del director español radicado en Cuba desde hace más de una década, David Bim, quien compite con To the West, in Zapata.
Se trata de su primer largometraje documental, un proyecto que le tomó ocho años de trabajo y que surge de una relación íntima con una familia cubana a la que conoció casi por casualidad.

Una historia nacida de la convivencia
Bim relata que todo comenzó con la amistad con Mercedes, una madre que cría a un hijo con autismo en condiciones de gran precariedad.
“Antes de pensar en hacer una película, lo que surgió fue una amistad”, recuerda en entrevista con Clímax en Medio.
Poco a poco, el cineasta fue integrándose a la vida cotidiana de la familia, compartiendo temporadas con ellos y convirtiéndose casi en un miembro más.
En 2021, un año marcado en Cuba por la pandemia y por un estallido social sin precedentes, la historia cobró una dimensión distinta: la lucha por sobrevivir y mantenerse unidos frente a la crisis.
De allí nace el corazón del documental, que Bim describe como “la historia de una familia que, para permanecer junta, se ve condenada a vivir separada el resto de sus vidas”, comentó.

Blanco y negro, movimiento y sonido
La película está dividida en dos partes: una centrada en la figura del padre y otra en la vida en la casa. Rodada en blanco y negro, Bim subraya que la elección estética responde a una búsqueda de profundidad más allá de lo visual:
“Al quitarle tridimensionalidad a la imagen, se la devuelvo al sonido. Quería que la respiración, el entorno, los pequeños gestos fueran lo que otorgara densidad a la experiencia del espectador”, explicó.
Para él, el movimiento también es esencial. Inspirado en la literatura rusa, especialmente en Dostoievski, considera que “quedarse quieto es pensar, y pensar duele. Por eso la película es sobre el movimiento, sobre avanzar, aunque sea en condiciones adversas”, mencionó.
Vivir y filmar en Cuba
El director, originario de Villarreal, en España, vive en Cuba desde hace casi 15 años. Su vínculo con la isla no es sólo geográfico, sino también vital y creativo.
Reconoce las dificultades de producir cine en un país con carencias materiales, pero al mismo tiempo valora el aprendizaje que surge de esas limitaciones:
“En Cuba muchas veces no tenemos ni luz; tenemos que adaptar las clases de cine a las horas de sol. Eso te obliga a hacer de tus carencias un lenguaje cinematográfico. Creo que ahí está la esencia del cine de autor”, afirma.

La influencia de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, fundada por Gabriel García Márquez, ha sido determinante en su formación y en su convicción de que el cine puede ofrecer narrativas alternativas a los discursos oficiales.
Una ópera prima con raíz humana
To the West, in Zapata no es solo un documental sobre Cuba, sino sobre la resistencia íntima y silenciosa de una familia que busca sobrevivir a las ausencias y al desarraigo. Bim reconoce que su inspiración proviene también de mitos universales:
“Me inspiró el mito de Sísifo. Los personajes viven cuidándose a la distancia, levantando una y otra vez la misma roca, sin rendirse nunca”, concluyó.
Con esta obra, el cineasta se inserta en el panorama internacional desde un lugar personal y comprometido, y ofrece al público del DMZ Docs 17 una mirada que combina observación, testimonio y una profunda carga humana.