Protesta pro Palestina pone tensión en el Festival de Cine de Morelia
Lo que debía ser una noche de glamour y celebración, la alfombra roja para la presentación del debut como directora de la célebre actriz francesa Juliette Binoche en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) 2025, se transformó abruptamente en un escenario de activismo político pro Palestina.
En un instante, el destello de los flashes se vio opacado por la urgencia de un conflicto internacional, demostrando que ni siquiera el arte puede escapar de las tensiones geopolíticas que definen nuestro tiempo.
El epicentro de la disrupción fue el Cinépolis Centro de Morelia. Mientras se afinaban los últimos detalles para recibir a Binoche y presentar su documental IN-I: In Motion, un grupo de manifestantes pro-palestinos que se había congregado en los alrededores tomó acción.

La bandera de Palestina se ondeó en el Cinépolis
Con una fuerza que superó al personal de logística—apenas cuatro hombres que intentaron contenerlos—, los activistas que mencionaron a Clímax en Medio ser una organización de una “Secundaria Popular” de la capital michoacana ejecutaron un “portazo”, irrumpiendo en el espacio acordonado.
Una vez dentro, desplegaron una enorme bandera de Palestina, convirtiendo la pasarela de las estrellas en una plataforma para su causa.
Las consignas resonaron con fuerza, interrumpiendo la atmósfera festiva. Gritos como “¿Dónde están, no se ven, las acciones a Israel?”, “A romper a romper, relación con Israel” y “El que no brinque es sionista” se mezclaron con la exigencia de un alto al genocidio en Gaza.
La llegada de la policía con escudos antidisturbios fue recibida con abucheos, pero la tensión no escaló. Tras unos minutos de protesta visible y sonora, los manifestantes se retiraron, permitiendo que las actividades programadas continuaran.
Sin embargo, esta sorpresiva interrupción pro Palestina no fue un hecho aislado. Fue, en realidad, la culminación de una creciente tensión que se había gestado en ediciones anteriores, marcando una relación cada vez más contenciosa entre el activismo y uno de los festivales de cine más importantes de México.

Un historial de reclamos pro Palestina: Las manifestaciones anteriores
Para comprender la magnitud de la irrupción en la alfombra roja de 2025, es crucial analizar el contexto de protestas previas en el FICM. Los eventos de este año no surgieron de la nada. Son el eco de un descontento continuo que ha encontrado en el festival un altavoz para sus reclamos, apuntando directamente a su principal patrocinador y fundador, Cinépolis.
Durante la clausura del FICM en 2024, el Comité de Michoacán en Solidaridad con Palestina ya había organizado una manifestación pacífica. Unas dos docenas de personas, con altavoz en mano, se presentaron en las afueras de los teatros Matamoros y Ocampo.
Su acusación fue directa: señalaron a Cinépolis de ser “segregacionista” y “sionista” —término que en el contexto de la protesta se utiliza para señalar un supuesto apoyo a las políticas del Estado de Israel— por, según ellos, negarse a incluir metrajes con temáticas pro-palestinas y dar preferencia a “filmes judíos pro sionistas”.

Manifestaciones sin confrontaciones
Un manifestante pro Palestina articuló el sentir del colectivo con una poderosa declaración: “¡Esto refleja la complicidad que tienen las grandes élites que promueven estos supuestos eventos culturales que excluyen la realidad de lo que pasa en Gaza, donde se vive un exterminio y lo encubren!”, dijo.
En un detalle que subraya la naturaleza del evento, el CEO de Cinépolis, Alejandro Ramírez, pasó a tan solo 10 metros de los reclamos, pero su presencia fue “desapercibida o bien ignorada” por los manifestantes, evitando una confrontación directa.
Esta no fue la única protesta de esa edición. Ese mismo año, un grupo de cerca de diez personas se manifestó en contra del director Ariel Vromen, acusándolo de “terrorista y sionista”.
Mientras los activistas acusan al festival de censura y complicidad, la programación oficial y las declaraciones de sus directivos presentan una narrativa muy diferente, una que busca posicionar al FICM como un espacio de diálogo y paz.

La postura del festival: Entre el arte y la diplomacia
El Festival Internacional de Cine de Morelia se enfrenta a un dilema cada vez más común en el circuito cultural global. Por un lado cómo mantener su identidad como una plataforma para el arte. Por otro la expresión cinematográfica mientras navega las turbulentas aguas de la política internacional y responde a una crisis humanitaria de la magnitud de la que se vive en Gaza.
La respuesta del festival ha sido doble: a través de discursos oficiales contundentes y, de manera crucial, a través de su propia curaduría.
En la inauguración de la 23ª edición, el vicepresidente del FICM, Cuauhtémoc Cárdenas Batel, abordó el tema pro Palestina sin rodeos:
“Hoy nos convoca la urgencia de detener la barbarie de quienes olvidaron la palabra y ya no saben hacer otra cosa que mostrar con ira los colmillos y atacar para saciar sus ansias asesinas”, dijo.

FICM alza la voz por Palestina en su ceremonia inaugural
Previo a la presentación de la cinta inaugural, El agente secreto -del director brasileño, Kleber Mendonça Filho-, Cárdenas Batel exigió que “se termine con el atroz genocidio que el gobierno de Benjamin Netanyahu ha venido perpetrando y haga posible la liberación en poder de Hamás y de los prisioneros palestinos en cárceles de Israel”.
Más allá de las palabras, la programación del FICM 2025 parece ser la respuesta más sólida del festival a las acusaciones de parcialidad.
La selección oficial incluye varias películas que abordan directamente la realidad palestina, ofreciendo una plataforma prominente a estas narrativas:
The Voice of Hind Rajab
Un drama de la cineasta tunecina Kaouther Ben Hania que reconstruye la tragedia real de una niña de seis años asesinada en Gaza junto a su familia y los paramédicos que intentaban rescatarla. Utilizando grabaciones reales, la película obtuvo el Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia.
All That’s Left of You
Película de Cherien Dabis que narra la historia de una familia palestina a lo largo de tres generaciones, lidiando con el despojo, la ocupación y el desplazamiento desde el éxodo de 1948.
Once Upon a Time in Gaza
Aunque ambientada en Gaza bajo el control de Hamás, esta película de los hermanos Nasser no aborda directamente el conflicto, sino la vida de jóvenes traficantes de drogas. Fue premiada a Mejor Dirección en el Festival de Cannes.
El sueño de Kamal
Un cortometraje documental mexicano que sigue la lucha de Shadi Abed, un refugiado palestino en México, mientras intenta salvar a su familia del genocidio en Gaza.
Esta curaduría presenta una aparente contradicción con las acusaciones de censura, sugiriendo un esfuerzo deliberado por parte del festival para incluir y amplificar las voces y las historias palestinas en su plataforma.

Un escenario global: Morelia en el contexto internacional pro Palestina
Las protestas que han sacudido al FICM no son un caso aislado, sino parte de un movimiento de activismo cultural que recorre el circuito de festivales de cine más prestigiosos del mundo.
Eventos como la Berlinale en Alemania y el IDFA en Ámsterdam han enfrentado polémicas similares. Se han transformado de meras celebraciones del arte a frentes de debate político y social. Morelia es, en este sentido, un capítulo más en una historia global.
Para poner en perspectiva los sucesos pro Palestina de Michoacán, es útil observar otros casos recientes:
Berlinale 2024
La controversia estalló en torno al documental No other land, dirigido por un colectivo palestino-israelí. Durante su discurso de aceptación, el director israelí Yuval Abraham describió la situación en Cisjordania como un “apartheid”. Sus palabras fueron ovacionadas por una parte del público, pero políticos alemanes y el alcalde de Berlín las calificaron de “antisemitas”, generando un intenso debate sobre los límites de la crítica política.
IDFA 2023
La noche inaugural del principal festival de cine documental del mundo fue interrumpida por manifestantes con el eslogan “Desde el río hasta el mar, Palestina será libre”. La respuesta inicial de la organización, que criticó el mensaje, provocó que cineastas palestinos retiraran sus películas del festival, acusando a la institución de censura y de criminalizar la narrativa palestina.
Boicot de la Industria
A nivel global, la iniciativa “Film Workers for Palestine” ha ganado un apoyo significativo, con más de 3,400 figuras del cine como Tilda Swinton, Mark Ruffalo, Emma Stone y Gael García Bernal firmando un acuerdo para boicotear a instituciones cinematográficas israelíes “implicadas en el genocidio y el apartheid”.
El Festival Internacional de Cine de Morelia, al igual que sus contrapartes globales, ya no puede ser visto únicamente como una celebración del séptimo arte. Se ha transformado en un espacio complejo y contencioso.
Estos eventos culturales han dejado de ser simples escenarios pasivos para el arte. Hoy son arenas esenciales y no negociables donde las definiciones de responsabilidad cultural, neutralidad artística y complicidad corporativa se están forjando y disputando activamente en un escenario global.