Bajo el sombrero de Hongosto en México
En la ficción, los hongos no han crecido con buenos ojos: The Last of Us nos ha hecho temerles, al igual que películas de terror como The Spore (2021) y Matango (1963).
Tampoco se han librado de la mala fama en el mundo real, pues no falta la asociación a que todos son venenosos o que sólo son para fines ociosos, más específicamente, alucinógenos.
Sin embargo, existen esfuerzos que nos recuerdan la importancia y hasta belleza de los hongos.
Si no ubicas alguno, está el documental Hongos fantásticos (2019) que hace un tiempo estuvo en Netflix. Pero como la opción que nunca falla, está una manera más directa de cambiar esa mirada negativa sobre ellos: verlos en vivo y a todo color.

El repunte del turismo micológico
El turismo micológico o micoturismo ha tenido un repunte en los últimos años en México. Esto no es casualidad, ya que nuestro país es el segundo a nivel mundial con la mayor cantidad de hongos comestibles, sólo después de China, según UNAM Global.
Esta práctica sostenible se enfoca en ofrecer actividades dentro de la naturaleza en las que la gente se puede acercar al reino Fungi observando a sus especies y, según sea el caso, incluso teniendo experiencias de recolección y preparación en alimentos.
Los hongos crecen todo el año, aunque la época predilecta para la realización de este tipo de turismo es agosto, cuando las lluvias y la humedad ocasionan que abunden más.
Esa es la razón por la que ahora llamamos de forma coloquial a este mes como “Hongosto” y se promocionan varias cosas por hacer en torno a ellos en estas fechas.

¿Qué hongo con el micoturismo en México?
Se calcula que en nuestro país podría haber alrededor de 200,000 especies de hongos, de las cuales entre 300 a 500 son consideradas aptas para el consumo humano.
Las cifras no son tan exactas porque el interés por descubrir más de ellos se mantiene en desarrollo, algo en lo que el micoturismo quizá pueda ayudar.
En entidades como el Estado de México (principal productor de setas), Puebla, Tlaxcala, Jalisco, Oaxaca y Michoacán ha crecido la oferta de recorridos por sus zonas boscosas para apreciar diferentes especies, educar sobre su conservación y uso, y explorar los dotes artísticos y culinarios de los turistas.
Incluso este tipo de atractivo natural ya extiende sus hifas hasta la Ciudad de México.

Los hongos, aliados gastronómicos
Los hongos nos han acompañado desde la cocina prehispánica. Los mexicas los llamaban nanacatl y había una deidad para ellos, Nanacatzin.
Pero la mayor evidencia de su infiltración en la cocina tradicional es el cuitlacoche o huitlacoche, que de ser un parásito del maíz se transformó en el “oro negro” que deleitamos en quesadillas, sopas, cremas y más platillos adaptados al mestizaje que ocurrió también en la cocina.
Entre nuestros predilectos en las recetas están de igual forma los champiñones y las setas. No obstante, lo interesante del Hongosto es que incentiva el probar más tales como el tecomate, amarillito y carnoso para la sopa.
Además, el hongo azul, cuyo color sorprende, y más al saber que se lleva bien con el asado en carbón. O los hongos clavitos, numerosos para el caldo; y el colmenilla, con una forma peculiar que lo ha hecho reconocible para la comida gourmet.

Y no todo es conocer nuevos sabores. Del otro lado del espectro está el ubicar y asombrarse con los hongos tóxicos o mortales para el ser humano.
El sombrero rojo intenso y con escamas blancas de la Amanita muscaria y el estilo de “nieve” encima de la Amanita pantherina pueden ser inspiradores pero para otros ámbitos como la fotografía, el dibujo o la pintura.
Si bien en internet se encuentran recursos que brindan información confiable, como el sitio web “Hongos comestibles y tóxicos de México”, tanto investigadores como comunidades rurales reconocen la valiosa labor de las hongueras, quienes utilizan los saberes transmitidos de generación en generación para la recolección y venta de hongos comestibles.
Tanto ellas como biólogos especialistas son los que fungen como guías en los recorridos.

¿Dónde disfrutar del Hongosto?
Si el Hongosto te ha llamado la atención, tienes lo que sobra del mes (y en algunos casos, hasta septiembre) para entrarle al turismo micológico.
Al desarrollarse 100% en bosques, es recomendable para cualquier lugar y ocasión portar ropa cómoda, calzado cerrado y antiderrapante y portar contigo alguna prenda impermeable. Normalmente, en los mismos recorridos se entrega una canasta para poner los hongos.
La máxima recomendación es ir siempre acompañado de un guía, de quien debes escuchar sus instrucciones. No es recomendable tocar un hongo sin su aprobación porque puede tener esporas dañinas a la salud.
Al final, también hay que cuidar el ecosistema, pues es la fuente económica de los poblados con los que conviven, así como el hogar de muchas más especies vegetales y animales.

Acá te dejamos un listado para tu micoturismo:
Ciudad de México
Por parte de la Secretaría de Medio Ambiente local (Sedema), las Áreas Naturales Protegidas de la capital promueven recorridos, talleres, cursos y actividades artísticas por el Hongosto.
Por ejemplo, en Cerro de la Estrella (Iztapalapa) se arman grupos de acuarela; en CCA Ecoguardas hay cursos de hongos caseros, fotografía de naturaleza y recorrido micológico;y en el Desierto de los Leones hay observación de hongos. Además, Cuajimalpa celebra a fin de mes la Feria del Hongo.
Tepoztlán, Morelos
En San Juan Tlacotenco se realiza en la segunda mitad de agosto la Fiesta del Hongo con exposición de hongos en físico y con fotografías, eventos culturales, mercado de productos, conferencias y talleres.
Tlahuica, Estado de México
Ecotura cuenta con una experiencia guiada por expertos de la comunidad de Tlahuica. El recorrido se realiza por la sierra Chichinautzin, donde muestran sus técnicas tradicionales de recolección. Al finalizar, se degustan platillos típicos preparados con el fruto de las lluvias.
San José del Pacífico, Oaxaca
Convertido en un destino para la autoconexión y las experiencias espirituales, se ofrecen aquí recorridos por la Sierra sur de Oaxaca desde el pueblo de San Mateo Río Hondo. Aquí se conoce a los “derrumbes”, hongos psicoactivos utilizados por la comunidad indígena para ceremonias. También organizan el Festival Cultural del Hongo.
Nanacamilpa, Tlaxcala
Tlaxcala no sólo es famoso en el ecoturismo por el avistamiento de luciérnagas, también tiene su lado “hongosto”.
Nanacamilpa en náhuatl significa “campo sobre los hongos”, así que ya te imaginarás. En el tour de santuariodelasluciernagas.mx te enseñarán de hongos comestibles, tóxicos y alucinógenos, además de brindarte una degustación en el desayuno.
Volcán de Tequila, Jalisco
Aventúrate por Jalisco arma un recorrido a las faldas del volcán con propósitos sustentables para que te acerques a los hongos y te asombres con la naturaleza del lugar. Te entrega todos los materiales que necesitarás para el recorrido y se cocina con los hongos recolectados.