Emilio Portes y el cine de terror: “¡qué chingados!, no voy a estar haciendo películas aburridas”
Después de su paso por festivales como Rotterdam y Guadalajara, llega a la 24 edición del Macabro Festival Internacional de Cine de Horror la más reciente cinta de Emilio Portes, No dejes a los niños solos, con Ana Serradilla como una madre soltera de dos niños que pasarán una noche terrorífica que mostrará que tan terrible puede escalar la rivalidad en una hermandad.
Clímax en Medio charló con el cineasta mexicano sobre este filme, ubicado en los 80, que poco a poco ha conquistado al público. “La película tiene humor negro y las situaciones de repente escalan a niveles serios”, dijo.
“Eso mantiene al público bastante tenso. La concebí como una película de terror, pero la gente la vive más como un thriller de suspenso muy angustiante, en el que todo el tiempo están muy nerviosos porque no saben cuándo van a venir los golpes”, comentó.

Ana Serradilla se enfrenta a su primer papel en el terror
Algo que llama la atención es el primer papel de Ana Serradilla en el género, marcando la segunda participación de la actriz con Portes. “El guión se fue perfilando pensando que ese papel era para Ana, porque necesitábamos a alguien que proyectara una montaña rusa de emociones”, expresó.
“Conozco su trabajo, pero ver cómo agarró al personaje y todos los matices que tiene por todas las situaciones que enfrenta y el rango de emociones que va manejando en la película es más allá de lo que uno aspira como director”, continuó.
Para el realizador esas virtudes eran las que estaba buscando: “Creo que necesitaba alguien así, que entendiera a Catalina y que la pudiera ejecutar de esa manera”, comentó.

La compleja maternidad en pantalla
“Desde tener la dulzura con los niños, pero además que también fuera una madre soltera y fuera un poco rudo con ellos, incluso enérgica pero sin dejar de ser cariñosa porque de repente es a lo que se enfrentan las mamás, no todo es una maternidad bonita porque a los hijos de repente hay que meterlos en cintura, como a estos canijos”, añadió a su vez el egresado del CCC.
Son Ricardo Galina y Juan Pablo Velasco quienes dan vida a los exasperantes hermanos Camacho, papel que no podría ser más distinto a ellos. “Son unos niños extraordinarios, la personalidad de ellos es muy distinta a la de la película”, comentó.
“Los Camacho sí son unos cabrones muy impresentables, y les costó trabajo asumir esos roles a ellos pero lo hacen de una manera extraordinaria en una película que podría llegar a ser muy bélica o dura”, afirmó el también guionista del filme.

Un proyecto personal con raíces en la infancia
Emilio Portes confesó que No dejes a los niños solos es un proyecto bastante personal, aunque es de terror. “Está basada mucho en mi niñez y en la del coguionista que es Alan Maldonado. Nos pusimos a escribir y poco a poco se fue dando todo, hasta el financiamiento”, explicó.
“Al final sí es como algo terapéutico, porque veo reflejada mi infancia ahí y cualquiera que haya crecido en los ochentas, le va a tocar ciertas fibras y va a entender o le va a tocar más. La juventud que vivimos nosotros era un poco más violenta que la que tienen los niños ahora, afortunadamente”, sumó.
Y es que, para Emilio, es en la dinámica de hermanos donde radica lo más fuerte del filme. “Es esta relación que siempre uno tiene con su hermano o hermana que es de víctima y victimario. Y, aunque seas el mayor o menor, esos roles van cambiando conforme vas creciendo con tus hermanos”, comentó.

La dinámica de los hermanos como motor narrativo
“Por eso, No dejes a los niños solos si es, hasta cierto punto, autobiográfica aunque nunca lo que hicimos pasó a mayores en la vida real. Pero los personajes están construidos de esa manera, buscando caerte mal gran parte de la película”, siguió.
El diseño de producción y el sonido son parte clave para que el pleito de los niños transmita una atmósfera de tensión constante.
“El diseñador de producción Alejandro García y Mario Martínez, que es el diseñador sonoro, hicieron maravillas con esta película. Creo que ese factor contribuye mucho al suspenso y al terror de la cinta, además de generar la época y los sonidos de la misma de buena forma”, ratificó el cineasta.

El papel de la música en la atmósfera de terror
“A eso le sumamos la música de Aldo Max Rodríguez, que ha musicalizado todas mis películas, que entendió perfecto lo que buscaba. Él diseñó un sonido muy particular entre la música disco, pop, electrónica y de terror, creando algo contemporáneo”, continuó.
“A mí me parece un poco una evolución de lo que hizo en Belzebuth, donde era un score bastante electrónico, pero con cierta orquesta, pero aquí explotó mucho más el lado electro”, complementó.
La presentación de su más reciente filme se suma a su vez a la retrospectiva que le harán al cineasta con tres de sus obras características como Belzebuth, Pastorela y Conoce la cabeza de Juan Pérez, pero también coincide con una celebración macabra especial: los 50 años del Centro de Capacitación Cinematográfica, mejor conocido como CCC.

Una retrospectiva en el Festival Macabro
“Hacer esta retrospectiva también al CCC en su 50 aniversario dentro de la edición 24 de Macabro es muy interesante porque hay dos películas icónicas que amo: Somos lo que hay, que recuerdo es de las primeras películas que generó un fanbase en su momento de gente que era fan de la película”, expresó.
“La otra es Estrellas solitarias que me parece una película que se sigue programando y que es de las mejores películas sobre la amistad que se han filmado en el cine mexicano”, apuntó Portes.
Asimismo, Emilio ahondó en la importancia de esos filmes y otros salidos de este centro de formación. “Me parece que Fernando Urdapilleta es como el John Waters mexicano; la película es entretenida, sus protagonistas son súper empáticas, trata un tema durísimo”, dijo.
Generaciones de cineastas y el legado del CCC
“Pero ver esas películas o la guarrada de Conoce la cabeza de Juan Pérez, una película muy locochona está padre. Recuerdo que cuando yo estudiaba, de repente los locos éramos Fer, Michelle Garza o Rigo Castañeda y yo, que hacíamos cosas raras tocando el género”, sumó.
Además el cineasta profundizó en cómo ha evolucionado esta tanda de creativos: “De repente se ve a esta generación un poco deschongada para tocar otros géneros que no sean el melodrama, o la pieza de corte social, con cierto timing para el festival o el público europeo”, expresó.
“Entonces, ver el listado de cortitos del CCC y checar que se ha filmado un chingo de terror después de nosotros, está chingón y me puso muy de buenas”, declaró alegremente el reconocido cineasta.
El valor del cine de género en México
“Quien me enseñó a hacer dirección fue Rigoberto Castañeda y al ver que a él y otros amigos les gustaba el terror, me dije ‘que chingados, no voy a estar haciendo películas aburridas’”, siguió.
“Una vez que alguien de nosotros sale del clóset y dice ‘sí puedo hacer terror o comedia muy guarra’, o formas de cine que generacionalmente estaban prohibidas o autocensuradas, eso es maravilloso”, acotó el entusiasta Portes.
Finalmente, para Emilio estar nuevamente en el Festival Macabro le resulta muy especial. “Es un festival que casi lo vi crecer y es impresionante que, después lo volteas a ver, y es el más longevo y más grande de la Ciudad de México”, dijo.
El futuro de Emilio Portes tras No dejes a los niños solos
“Particularmente este año es de los que más cine de terror mexicano hay y me alegra mucho el ver a muchos compañeros ahí, al lado de mi cinta, No dejes a los niños solos”, concluyó.
La cinta de Emilio Portes tiene planeado su estreno en el mes de noviembre por parte de Videocine, para después enfocarse en buscar dinero para los siguientes proyectos que prometen ser de terror y ¿por qué no? Alguna que otra comedia “guarra”.

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