‘El lazo de Petra’, de Gigi Saul Guerrero, triunfa en Shorts México
Al llegar a su vigésima edición, Shorts México ha reafirmado su estatus como un pilar insustituible en el panorama cinematográfico nacional. Celebrado en el corazón cultural de la Cineteca Nacional, este evento trasciende la simple competencia para consolidarse como el único festival del país dedicado exclusivamente al cortometraje.
Su vigésimo aniversario no es solo una cifra, sino la culminación de un esfuerzo sostenido por construir un ecosistema completo que nutre, exhibe y preserva el formato corto.
Esta edición se convirtió en un testimonio vibrante de la creatividad y la resiliencia de una industria que encuentra en estos minutos de metraje su voz más potente, celebrando el talento que define el presente y futuro del cine mexicano.
El triunfo de El lazo de Petra y los grandes ganadores de la noche
El epicentro del festival, la Competencia Mexicana de Ficción, fue testigo del dominio indiscutible de El lazo de Petra. Dirigido por Gigi Saul Guerrero, el cortometraje no solo se alzó con el máximo galardón a Mejor Cortometraje Mexicano de Ficción, sino que también arrasó en las categorías técnicas y artísticas, obteniendo los premios a Mejor Directora, Mejor Fotografía, Mejor Vestuario y Mejor Maquillaje.
Este triunfo se magnifica por el significado del premio principal: un apoyo de 800 mil pesos para la realización de una nueva obra. En una brillante muestra de su modelo cíclico, el festival garantiza que este nuevo cortometraje se presentará en su edición número 21 en 2026, convirtiendo el reconocimiento de hoy en el cine de mañana.

Más allá del premio: un mapa de los oficios del cine
Más allá de un solo ganador, el palmarés de Shorts México funciona como un mapa preciso de los oficios que construyen el cine.
Los premios de actuación celebraron la solidez de figuras consagradas como Arcelia Ramírez, reconocida como Mejor Actriz por su trabajo en Un susurro comienza un incendio, y Silverio Palacios, quien obtuvo el galardón de Mejor Actor por Fuego en el sur.
En paralelo, el cortometraje Azul, de David Karlak-Reyes y Leri Greer, emergió como otro de los grandes protagonistas de la noche al acumular los premios de Mejor Diseño Sonoro, Mejor Edición, Mejor Música y el Premio de la Prensa.
Esta distribución de reconocimientos subraya una verdad fundamental: el cine es un arte colectivo, y la riqueza de la producción nacional reside en la excelencia de cada uno de sus componentes.
Animación, documental y Neomex: diversidad en la narración corta
Shorts México demuestra su compromiso con una visión integral del cortometraje al abrir espacios protagónicos para géneros que desafían las convenciones.
La Competencia de Animación premió la creatividad de Esperpento, de Valeria Blanco Ortiz y Mariana Sánchez Rodríguez, mientras que la sección Documental reconoció la poderosa mirada de El Pulmo, de Mark Kronemeyer y Begoña Felix.
Asimismo, la competencia Neomex, diseñada para impulsar voces emergentes y formatos audaces, galardonó a Naufragos, de Andrea Saavedra de la Teja.
De la incubadora a la pantalla: el impulso a nuevos proyectos
Al celebrar estas diversas formas de narrar y acreditar a sus creadores, el festival no solo ofrece un panorama completo del estado actual del formato corto, sino que también siembra las semillas para la evolución del lenguaje cinematográfico.
El rol de Shorts México como incubadora de talento es quizás una de sus facetas más estratégicas. Competencias como Pitching y Guión van más allá de la exhibición para intervenir directamente en la génesis de nuevas historias.
Este año, el guión Cementerio de zapatos se llevó el primer lugar, mientras que el proyecto Se busca cuñada cualquiera fue reconocido como el mejor pitch. A su vez, la competencia Work In Progress otorgó su premio principal a Carne y piel, brindándole el crucial apoyo de los Estudios Churubusco para su postproducción.
Una edición con alcance internacional y puentes globales
Demostrando una evolución constante, el festival inauguró este año la Competencia Shorts México Race, un desafío para realizar un corto en apenas 100 horas, probando que su inversión no es solo en proyectos, sino en la capacidad de crear bajo presión.
Con la participación de 50 países, el festival se consolida como un nodo crucial en el diálogo cinematográfico global. Su vocación internacional se materializó en una premiación diversa que actuó como una ventana para descubrir narrativas de todo el planeta.
En la competencia de ficción, los galardones fueron para Malicia de Colombia (Iberoamericana) y Baadarane, una colaboración entre Líbano y Estados Unidos (Internacional).
El alcance se extendió a otros géneros, con premios para La diosa quebrada de Chile y Venezuela como Mejor Documental Iberoamericano y la coproducción europea Wander to wonder (Bélgica, Francia, Reino Unido, Países Bajos) como Mejor Animación Internacional.
Al tender estos puentes, el festival posiciona al cortometraje mexicano en una conversación global indispensable.

La Colección Shorts México: preservar el cortometraje como patrimonio
Consciente de que el cine es memoria, el festival ha dado un paso histórico para asegurar su legado.
En una colaboración estratégica con la Filmoteca de la UNAM, se ha creado la Colección Shorts México, un acervo destinado a resguardar los cortometrajes ganadores de las categorías mexicanas de ficción, animación, documental y Neomex.
Esta iniciativa garantiza que las obras trasciendan el circuito de festivales para convertirse en patrimonio cultural consultable para futuras generaciones. Este esfuerzo de preservación se complementa con una robusta estrategia de difusión, que incluye un “tour nacional e internacional” y exhibiciones programadas en sedes como el Instituto de México en París, asegurando que el impacto de estas películas perdure en el tiempo y el espacio.
Un modelo integral que conecta cineastas y públicos
La vigésima edición de Shorts México no ha sido una simple celebración, sino la contundente demostración de un modelo exitoso y maduro.
A lo largo de dos décadas, y con el apoyo fundamental de programas como PROFEST, el festival ha evolucionado de ser una plataforma de exhibición a un ecosistema integral que acompaña al cineasta en cada etapa: desde la formación con la Shorts México Academy y el desarrollo con Pitching, hasta la producción, premiación y preservación.
Al hacerlo, ha cimentado un legado indispensable, uno que se mide no solo en premios, sino en el millón de espectadores que conecta anualmente con el formato corto, enriqueciendo profundamente la cultura cinematográfica de México y su proyección en el mundo.