‘El Club Perfecto’ y su fórmula para quitar estereotipos
El cine que busca retratar a las juventudes siempre peca de optimista, de abusar del espectador y hacerle aceptar que lo que vemos en pantalla es un retrato certero de los jóvenes de la época que retrata, y que las situaciones, por más absurdas y rebuscadas, son un espejo de su realidad.
En ocasiones surgen trabajos que sí logran captar esa esencia que buscan y logran conectar con el espectador, sin caer en manipulaciones burdas, sino otorgándoles un trabajo con el que genuinamente pueden identificarse. Y en Clímax en Medio nos referimos a El Club Perfecto (2025), que formó parte de la programación del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF).
¿De qué trata ‘El Club Perfecto’?
Mirko y Diego fueron los mejores amigos hasta que la llegada de la preparatoria los separa, tras protagonizar una pelea en la escuela, ambos son llevados a la dirección, donde descubren el escondite de los exámenes de cálculo y los roban, pronto reclutarán a un grupo de amigos que les ayudará en la tarea de perfeccionar esos robos para que todos pasen la materia. Pero no todo será perfecto al entrar en juego el amor, el deseo y la traición.
El Club Perfecto es dirigida por Ricardo Castro, quien llamó primero la atención con su cortometraje documental Adiós, adiós, adiós (2019) y que debutó en la pantalla con la cinta Los (casi) ídolos de Bahía Colorada (2023).
Ahora crea una hilarante cinta que reflexiona sobre las relaciones en la adolescencia y la forma en que, en México, los inadaptados muchas veces pueden unirse a los populares y rechazados para crear un fascinante ecosistema de supervivencia.

La cinta cuenta con rostros nuevos para el cine mexicano: Rodrigo Munguía, Gabriel Fritsch, Diego Peniche, Miguel Orlando, Dei Saldaña, Jorge Reyes, Regina Carrillo, Daniela Martinez, Gabriel Ulloa, Andrea Tova y Selene Gottdiner, quienes forman el grupo de amigos y que destacan por su frescura y presencia en pantalla. Ellos son cobijados por Ana Layevska, Alfonso Borbolla y Liz Gallardo.
Un club alejado de los estereotipos
Es interesante ver cómo la cinta logra un reparto variado, alejado de los típicos estereotipos y que se siente orgánico y no como una inclusión forzada y poco creíble. La película logra atrapar al espectador con su juego del robo de exámenes y las consecuencias de ello, al mantener la tensión entre lo que sucederá si los descubren, pero sobre todo, en la forma en que las relaciones entre ellos comienzan a cambiar.
Hace que la gente se mantenga atenta a lo que pasa, tomando partido de inmediato por los adolescentes, repudiando al maestro de cálculo y haciéndole recordar a muchos lo que fue vivir esa etapa de la vida a principios de los 2000, cuando ya había ciertos cambios tecnológicos, pero sin ser tan intrusivos como lo son hoy en día.
El Club Perfecto logra también crear un retrato sobre las soledades y como éstas logran encontrarse y formar lazos que les permiten salir adelante, logra ser más que una anécdota para convertirse en un retrato generacional.

¿’El Club Perfecto’ está basado en hechos reales?
Con esta propuesta nos dejan vislumbrar los cambios morales y sociales de la juventud mexicana, la cual no se estigmatiza ya por el uso de drogas, por el comportamiento sexual o por sus estúpidas o atinadas decisiones, simplemente haciéndoles transitar afrontando sus consecuencias, pero sin que ello signifique el fin de sus ideales o existencia.
Afortunadamente, el director no se permite caer en el chantaje en ningún momento, todo el tiempo respeta a sus protagonistas y con ello, al espectador, logrando una película ligera, pero que no se olvida fácilmente, un trabajo comercial que es llevado a buen puerto y que conectará con lo que la audiencia busca.
El Club Perfecto, al final de cuentas, se ampara con una breve leyenda que nos obliga a replantear todo lo visto. Nos hace entender que Ricardo Castro, cuando rasca en sus recuerdos, logra llevarnos a donde quiera. Y es que leer que está basada en hechos reales la hace aún más divertida e imposiblemente creíble.