La belleza y el terror: El Drácula de Sakamoto en DRCL Midnight Children
El Conde Drácula es, sin duda, el vampiro más famoso de todos los tiempos. Desde su nacimiento en la novela de Bram Stoker en 1897, ha protagonizado innumerables películas, adaptaciones teatrales y relatos que lo han consolidado como un verdadero ícono del horror gótico.
Su figura atraviesa generaciones y culturas, transformándose siempre de acuerdo con los miedos de cada época.
Lo que pocos imaginaban es que también tendría una versión en manga, y no de cualquier autor, sino de Shinichi Sakamoto, creador de obras de enorme ambición histórica y estética como Innocent y Kokou no Hito.
Con la serie de mangas #DRCL midnight children, Sakamoto reinterpreta el mito del vampiro con su estilo inconfundible: perturbador, pero al mismo tiempo lírico, capaz de convertir lo más oscuro y violento en imágenes de extraña belleza, todo gracias a la potencia visual que caracteriza su obra.
Más que una adaptación fiel, se trata de una deconstrucción de Drácula. Conserva la atmósfera gótica y ciertos personajes esenciales, pero los reimagina para explorar con libertad temas como la clase social, el género y la identidad en la Inglaterra victoriana.

La belleza y el terror: El Drácula de Sakamoto en #DRCL Midnight Children
#DRCL midnight children nos sitúa en la Inglaterra victoriana, en plena efervescencia de la Revolución Industrial, donde las tensiones de clase, género y poder marcan la vida cotidiana.
En ese contexto aparece Wilhelmina “Mina” Murray, una joven de origen humilde que estudia en un internado masculino y que no está dispuesta a dejarse someter por nadie.
Frente a sus compañeros —Arthur Holmwood, Quincey Morris, Jo Suwa y el frágil pero carismático Luke Westenra— Mina está dispuesta a hacer lo que sea, incluso enfrentar a la temible bestia, con tal de demostrar que las mujeres son capaces de realizar las mismas actividades que los hombres.
El giro llega cuando un barco naufragado trae consigo una criatura monstruosa que desata el terror. Tras ese encuentro, Luke comienza a transformarse cada noche en Lucy, su alter ego femenino, un personaje atrapado en una dualidad que refleja la tensión entre identidad y represión.

Un arte gótico que habla por sí mismo
Si la narrativa de #DRCL midnight children atrapa desde el inicio, es el dibujo de Sakamoto lo que eleva la obra a otro nivel.
Cada página es un despliegue visual donde los paisajes, los gestos y las composiciones transmiten emociones que superan lo escrito.
Su trazo realista y minucioso captura tanto la delicadeza de un rostro como la crudeza de un cuerpo en descomposición, construyendo un universo gótico en el que lo bello y lo grotesco conviven en perfecto equilibrio.
Los escenarios victorianos, los cementerios cubiertos de niebla o los interiores del internado no son simples fondos: funcionan como extensiones de los personajes, en el modo más estricto del romanticismo.
Y en las expresiones faciales se condensa la complejidad de la obra: esa mezcla de deseo, miedo y resistencia que define el universo de Sakamoto.

Una joya gótica al alcance de los lectores
Después de años en que solo podía seguirse en Japón y en versiones en línea, #DRCL midnight children por fin llega al público hispanohablante gracias a la publicación de Panini Manga.
Se trata de una obra que exige tiempo y atención, pero que vale totalmente la pena por la sensación sombría que deja al final de cada tomo.
Para los amantes del manga histórico, del gótico o simplemente de las buenas historias, es una lectura imprescindible.
