‘Ahí está el detalle’: la comedia inmortal de Cantinflas que marcó un antes y un después en el cine mexicano
El 11 de septiembre de 1940, se estrenó una de las mejores —e irrepetibles— películas de Mario Moreno ‘Cantinflas’: Ahí está el detalle, dirigida por Juan Bustillo Oro.
Con un guión de Ernesto Gómez Landero —el primer director en la carrera de Tin Tan— y del propio Bustillo, el filme representó el primer protagónico estelar de Cantinflas, donde toda la comedia gira en torno a su personaje.
Para ello, contó con el apoyo de grandes actores, también de origen carpero, como Sara García, Joaquín Pardavé y Dolores Camarillo, lo que permitió al comediante lucir sus aún frescas dotes para la comedia del absurdo.

Una comedia de enredos que trascendió
Ahí está el detalle es una clásica comedia de enredos que evoluciona hasta un desenlace que el espectador cree prever desde el principio, pero que, como es típico del género, toma un giro inesperado para su disfrute.
Sin duda, la película es de Cantinflas y así debe reconocerse; sin embargo, la actuación de Pardavé como el cuñado cornudo que anhela la herencia de su suegro y que urde toda la farsa para su beneficio constituye también una de sus interpretaciones más destacadas.
Regresando a Mario Moreno, esta cinta marca su separación de Manuel Medel como pareja de carpa y de cine, para elevar a Cantinflas como un personaje autónomo que supo moverse con astucia en la ciudad, resaltando los usos y costumbres del “peladito” de barrio bajo, más ladino que de buen corazón.

Cantinflas y Bustillo Oro: una mancuerna histórica
Y, como es costumbre cuando un actor con una personalidad tan arraigada se topa con un director igualmente artesano, llegó el momento en que Bustillo Oro simplemente permitió que Cantinflas dejara salir toda su verborrea en beneficio de la película.
Logrando —sin que nadie en ese momento lo imaginara— una obra que trasciende en el cine mexicano al ser la mejor comedia de Mario Moreno y el punto de inicio de una carrera que trascendería fronteras.
Para el comediante, este filme representó un hito que nunca tuvo una película de igual magnitud, no solo en manufactura, sino en sus dotes como improvisador del habla: llevando el idioma de un lado para otro sin llegar aparentemente a ninguna parte, lo que resultó ser un arte único en el cine mexicano.

La icónica escena del juicio
Por supuesto, toda la escena del juicio es de lo mejor que se ha hecho en el cine nacional. Este fue el momento más alto de Cantinflas y, gracias al guión de Bustillo Oro, el resto de los actores cobijaron la escena para engrandecer las dotes del carpero.
Destacan Agustín Isunza en el papel del fiscal o, en ese entonces, el bien posicionado actor Antonio R. Frausto como el defensor de oficio del peladito.
Ahí está el detalle es una película que dio pauta a muchas otras de este género, que se mantiene igual de fresca que en el día de su estreno y que ya tiene su lugar inamovible dentro de las 100 mejores películas mexicanas de la historia.

Un legado imborrable en la comedia mexicana
A título personal, y siendo muy conocida la animadversión que me despierta el actor, la considero dentro de las cuatro mejores que ha hecho Mario Moreno ‘Cantinflas’ en toda su carrera y, sin duda, un parteaguas de la comedia en el cine mexicano.